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Yossi Vardi: Barcelona será, junto a Berlín y Londres, una de las ciudades tecnológicas más importantes de Europa
Yossi Vardi está encantado de estar en Barcelona. Durante una charla en Pier01 de Barcelona Tech City, Destacado emprendedor de la industria hi-tech israelí y uno de los inversores más reconocidos en el mundo de las startups y presidente del 4YFN alabó la creatividad, felicidad y libertad que se respira en la Ciudad Condal. Incluso aventuró que su ubicación privilegiada y el estilo de vida que transpira la convertirán en una de las tres plazas tecnológicas de referencia en Europa, junto a Berlín y Londres.
Vardi charló con Aleix Valls, cofundador de Liquid Co, con la tranquilidad y el humor que le confieren el ser un veterano en este mundo. No en vano fue el inversor original de ICQ, el primer sistema de mensajería instantánea en Internet, y ha ayudado a impulsar más de 80 empresas de tecnología en los últimos 40 años.
Entre las tendencias que apuntó para 2018, destaca todo lo relativo a la óptica y el Big Data en salud. No le interesan las criptomonedas ni la realidad virtual, las primeras porque no las entiende; y la segunda, porque reduce las conexiones sociales. Vardi abogó por el talento, las alianzas entre grandes empresas y startups y por la diversidad.
Lo vemos más en detalle en estas 10 reflexiones surgidas de su conversación con Aleix Valls durante la sesión.
- El año de la óptica. El ámbito de la voz va a ver grandes avances, pero lo que de verdad va a evolucionar en 2018 es la óptica. Y no solo entendida como pantallas de teléfonos móviles, sino de una manera más amplia, englobando sectores como el del reconocimiento facial y otras tecnologías visuales. “Piensa en lo que hace tu empresa y en cómo se puede aplicar al mundo de la óptica y hablamos de aquí a tres, cuatro años”, retó Vardi a la audiencia. Y añadió: “Todas las industrias llegan a un punto en que la tecnología es asequible. Así pasó con el GPS que es un dispositivo barato para el que se pueden crear múltiples aplicaciones”. Parece que está llegando ese momento para la óptica.
- Mejor AR que VR. Para Vardi, la Realidad Virtual (VR) reduce las posibilidades de socializar y no permite disfrutar de la experiencia de estar con más gente. Y eso no le gusta. Prefiere la Realidad Aumentada (AR). “Te proporciona un gran valor añadido e información sobre la foto que estás viendo. La prefiero frente a la RV, me gusta mucho”, argumentó.
- Auge de las mujeres. “He dicho que 2018 va a ser el año de la óptica, pero realmente va a ser el de las mujeres”, rectificó Vardi, en otro momento de la charla. El experto israelí corroboró que nunca antes había visto a tantas mujeres en los eventos a los que acude y reveló que es innegable que están conquistando cada vez más áreas. Señaló que el reto para conseguir la igualdad se encuentra no solo en trabajar para ella desde el ámbito laboral sino desde todas las esferas de la vida y la sociedad. Destacó, además, que las mujeres tienen una mejor capacidad para relacionarse personalmente y una mayor inteligencia emocional, cualidades esenciales para los puestos directivos.
- Grandes compañías y startups, relación win-win. Vardi recordó que históricamente a las grandes empresas no les gustaban las startups, pero reconoce que esta relación está cambiando. De hecho, destacó que las alianzas estratégicas entre ambos tipos de organizaciones son fundamentales y generan un win-win. Las grandes aportan escalabilidad, financiación, marketing e internacionalización, mientras que las pequeñas innovan más rápidamente y son más creativas.
- Todo va a ser chino. Así de contundente se mostró Vardi, y lamentó tener que decirlo, pero para el inversor israelí, Europa está en coma y el futuro es de los chinos. Explicó cómo las empresas chinas están pasando del mercado doméstico al internacional, emulando el proceso que siguieron las compañías norteamericanas en los años 60 o 70 y posicionándose ante la clase media que va surgiendo. “Cuando la clase media esté saturada, las compañías chinas tendrán la ambición de conquistar el mundo. Y mientras tanto, todo el mundo está durmiendo”, señaló.
- La salud, una gran oportunidad. Otra de las tendencias que apuntó Vardi es la de la tecnología aplicada a la salud y la ciencia. “El Big Data en salud va a crear grandes oportunidades en ámbitos como el diagnóstico, la aplicación de las mejores terapias, etc.”, afirmó.
- Importancia del talento. Vardi busca a gente talentosa pero también a buena gente detrás de los proyectos en los que invierte. El talento está por encima del producto, para este gran inversor.
- Las claves para invertir. “La gente piensa que es arriesgado invertir en los inicios pero según mi experiencia no lo es si diversificas”, responde Vardi ante Valls cuando le pregunta qué lecciones ha aprendido tras su experiencia impulsando más de 80 startups.
- Nuevo ecosistema creativo. Su larga trayectoria en el mundo de la tecnología le ha permitido ser testigo de cómo han evolucionado los ecosistemas laborales en el sector. Vardi explicó cómo antes la relación con las empresas era más rígida, sometida a un horario y un lugar y cómo el tiempo para el ocio era solo el extralaboral. “Ahora la clase creativa es líquida y se concentra dónde quiere, no donde el Gobierno lo impone. Con un ordenador y una conexión a Internet puedes trabajar desde cualquier sitio. Eso fomenta la diversidad y es maravilloso”, apuntó.
- Blockchain sí, criptomonedas no. Sorprendemente, las criptomonedas no atraen a Vardi. Se manifiestó fiel a los consejos de Warren Buffet quien pregonaba que “si no entiendes de algo, mejor no inviertas”. Se mostró más favorable al blockchain, como manera de alcanzar acuerdos y transacciones.
BONUS TRACK
¿Unicornios o pequeñas compañías?
Para Yossi Vardi, la apuesta por un modelo u otro de compañía depende mucho de las dimensiones del país. En Israel, al tener un mercado doméstico más reducido, las empresas siempre tienen una vocación internacional. Para crear un “unicornio” y conseguir alcanzar un valor de mil millones de dólares en alguna de las etapas de levantamiento de capital, se necesita mucho tiempo, lo que supone un riesgo. “En Israel, grandes compañías vienen y compran a las pequeñas creando centros de excelencia. Es un buen modelo para nosotros, precisamente porque nuestro mercado local es pequeño. En Barcelona, las dimensiones son diferentes por lo que vale la pena tomar riesgos y dejar que las empresas crezcan”, animó Vardi.