Dar el salto de la ciencia a la empresa es complicado; los casos de investigadores que emprenden y lideran el viaje de la transferencia tecnológica son contados, un ‘rara avis’ que –cuando sucede– es obligatorio destacar.

Química, física, bioingeniera y, desde 2021, emprendedora. María Alejandra Ortega Machuca (Maracaibo, 1986) se graduó y postgraduó en Química en Venezuela, para después doctorarse en Física entre la UPC y el Institut de Ciències Fotòniques de Castelldefels, y trabajar durante cinco años como investigadora en el Institute for Bioengineering of Catalonia (IBEC). Un ejemplo más de cómo Catalunya cuenta con un sistema científico consolidado, capaz de atraer talento internacional excelente.

Pero la ciencia, sin innovación e impacto en la sociedad, de poco sirve. Tras realizar cursos de transferencia tecnológica en importantes escuelas de negocio, Mariale Ortega cofundó Vitala Technologies, una spin-off del IBEC que utiliza técnicas de resonancia magnética hiperpolarizada, tecnología intracelular y análisis de datos para testar la eficacia y seguridad de fármacos en estado pre-clínico. Tecnología con impacto.

«Estamos en proceso de validación técnica, ejecutando pruebas piloto, por lo que esperamos hacer el lanzamiento comercial de nuestras soluciones durante el último trimestre de 2023».

TB: ¿Cuál es el propósito de tu proyecto?

MO: Poder acercar fármacos más seguros y eficaces a etapas clínicas de Drug Discovery. A diferencia de otras empresas, en Vitala actuamos a nivel intracelular en órganos de matriz, sin destruir las células, para ver como éstas interactúan con el fármaco.

TB: Una buena idea que has tenido.

MO: Sin duda, tomar la decisión de emprender.

TB: Una mala experiencia profesional.

MO: Mi etapa como doctoranda no es la que mejor recuerdo de mi vida profesional, pero me permitió crecer y valorar lo verdaderamente importante en mi vida.

TB: El mejor consejo que te han dado.

MO: Pon amor en las pequeñas cosas del día a día y eso marcará la diferencia.

TB: Un referente profesional que te inspire.

MO: Todas las emprendedoras que he conocido. Sus éxitos y fracasos han sido –y siguen siendo– referentes para mí. En este sentido, el programa Academy for Women Entrepreneurs me ha permitido descubrir muchos de sus proyectos.

TB: Una tecnología que marcará el futuro.

MO: ChatGPT o tecnologías similares que emplean inteligencia artificial.

TB: ¿Qué te preocupa?

MO: Que la gente que me rodea sea feliz.

TB: Una startup.

MO: Hay muchas que quisiera nombrar. Pero por su pasión, liderazgo y repercusión en la sociedad destaco Doctomatic. Conozco personalmente cómo trabaja su cofundadora Carmen Ríos y el excelente equipo que hay detrás.

TB: Un libro para recomendar.

MO: «Tu vida, tu mejor empresa», de Esther Bauset.

TB: Una serie o película o canción que defina tu momento vital.

MO: Soy fan de Tolkien y creo que «El señor de los anillos» define muy bien mi vida como emprendedora.

TB: Una receta, una comida, un restaurante.

MO: Alguna receta: las de mi madre, pero destaco el quesillo y la ensalada de gallina. Una comida: sin duda la italiana. Y un restaurante: Il Golfo di Napoli.

TB: Una ciudad, un viaje.

MO: La ciudad de Roma y el viaje que hice en 2019 a Oporto con mi familia. Inolvidable!

TB: ¿Dónde invertirías 100k?

MO: En Vitala 🙂

TB: ¿Y un millón de euros?

MO: Los pondría en algún fondo de inversión para empresas en etapas tempranas.

TB: Si no fueras emprendedor…

MO: Me encantaría poder hacer camino como inversora o analista de inversión.

TB: ¿Qué es para ti Tech Barcelona?

MO: Una comunidad y un espacio pionero en Barcelona que incentiva, motiva y hace visible el emprendimiento tecnológico y digital catalán.

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