3 abril 2020

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Moonshot thinking para anticipar la disrupción, por Ivan Bofarull (Esade)

3 abril 2020

Las cosas, tal como las conocemos, tienen la habilidad de cambiar a tal velocidad y devenir obsoletas tan rápidamente que la longevidad de las empresas está declinando radicalmente. Sin darnos cuenta, la disrupción está convirtiéndose en la nueva normalidad.

Las condiciones han cambiado de tal forma que, hoy más que nunca la disrupción está al alcance de casi todos. El motor son los nuevos modelos mentales capaces de priorizar mejoras 10x en vez de 10%.

En la actualidad, la innovación disruptiva está sucediendo más que nunca por una razón muy simple: hay mucha más gente intentándolo mucho más a menudo. Hoy, el coste de lanzar una startup es inferior a nunca antes, y la posibilidad de un emprendedor de alcanzar un tamaño ilimitado y una ventaja desproporcionada es mucho mayor. La barrera de pensar en grande es mucho más accesible para todos.

Además, esta gente proporciona soluciones diferentes a problemas existentes, no a productos o clientes. Son capaces de escanear un modelo de negocio, desagregarlo y tomar la pieza correcta para construir una nueva arquitectura que signifique disrupción.

Y esta disrupción no sucede en los mapas de negocio/competencia actuales de las empresas, está situada en sus puntos ciegos. Las organizaciones tradicionales llegan tarde a la innovación disruptiva porque no son capaces de ver cómo reinventar la arquitectura de su negocio desde cero. Las ideas y compañías disruptoras están desagregando las piezas y agregándolas de nuevo de una forma que no se había hecho antes. Esta es la razón por la que si eres la industria relojera suiza ni siquiera ves el Apple iWatch, que por cierto está vendiendo tanto como toda esa industria junta, como un competidor.

Se trata de combinar pensamiento incremental (sosteniendo e innovando en lo que ya existe) con pensamiento exponencial (la posibilidad de descubrir nuevas capas y amplificar el perímetro más allá de la competencia). En otras palabras, se trata de combinar el pensamiento 10% con el pensamiento 10x. Y, para las organizaciones tradicionales, solo hay una manera de hacerlo: cambiando la cultura y siendo una organización “learn-it-all” en vez de una organización “know-it-all”.

Una sesión de Ivan Bofarull (ESADE) el marco de las jornadas #TechSpiritBarcelona, que puedes ver a continuación.

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