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Agilidad organizacional: nueve tips según Lucas Carné
“Ser capaz de adaptarse al cambio provocado por la tecnología es el nuevo paradigma de gestión para prevalecer y destacar en un entorno cada vez más competitivo”.
Lucas Carné es miembro de la junta directiva de Barcelona Tech City, cuenta con más de trece años de experiencia en áreas de liderazgo, emprendimiento e innovación, y es también cofundador de Privalia, uno de los ecommerce más exitosos del país, vendida al grupo francés Vente Priveé.
Su amplia experiencia le ha permitido hablar sobre las recomendaciones que un emprendedor debe tener en cuenta para que su organización sea más ágil.
LUCAS CARNÉ: NUEVE PRINCIPIOS PARA QUE LAS ORGANIZACIONES SEAN MÁS ÁGILES
Customer centricity: el cliente es lo más importante, es decir, cuando dentro de la empresa se debe pensar cómo las decisiones tomadas impactarán el valor al cliente; cómo se mejorará la propuesta de valor; cómo se reforzará la promesa de marca, cómo se eliminará cualquier punto de fricción en el servicio del producto.
Share purpose: tener una visión compartida sobre el propósito de la empresa. En otras palabras, lo CEO tiene que pensar, definir y, también, compartir con su equipo lo más importante sobre la empresa: qué es lo que hace; cuáles son sus objetivos y el plan de ejecución. Es decir, qué los hace diferente, por qué los usuarios eligen su empresa sobre las otras. De este modo todo el equipo tiene una misma visión.
Foco y simplicidad: Carné usa las siguientes frases para explicar este principio:
- “La simplicidad es la última sofisticación”, Leonardo Da Vinci.
- “Si no lo puedes explicar de manera simple, es que no lo has entendido lo suficiente”, Albert Einstein.
- “Estos han sido uno de mis mantras: foco y simplicidad. Se tiene que trabajar duro para conseguir liberar tus pensamientos y hacerlo simple, pero merece la pena. Una vez que llegues a a este punto podrás mover montañas”. Steve Jobs
En otras palabras, foco es el arte de decir “no”. Tener buen foco te lleva directamente a la priorización.
Priorización: hay que ser radical en la priorización. Un mal vicio que tienen la mayoría de las compañías es hacer las cosas en paralelo, es decir, cuando hablas con los CEOs y les preguntas sobre el foco, te dicen que lo tienen claro, pero preguntas a los empleados y te das cuenta de que no saben priorizar. Según Carné, hay que plantearse las siguientes preguntas: ¿a qué se le da prioridad? ¿qué causa mayor impacto? El no hacerlo es causa de ineficiencia del equipo.
Paralelismo y autonomía: significa ser capaz de tener equipos que trabajan en paralelo de forma autónoma. Esto significa que un equipo pueda llevar a cabo un cometido de principio a fin sin tener que consensuar las acciones con otro. Para ello, lo ideal sería que los equipos cuenten con un líder, un objetivo y un KPI (key performance indicator). Todo esto está incluido dentro del principio de accountability (palabra que en español no tiene traducción) y hace referencia a rendir cuentas dentro de una empresa. A este proceso se le agrega la importancia de la confianza dentro de un equipo. No puede haber autonomía si no hay confianza.
Interactividad: ser una empresa ágil implica aprender de forma rápida y continuada. Esto se refleja, por ejemplo, al lanzar al mercado un bien o servicio. ¿Cuánto se ha tardado?, ¿se hace un acompañamiento al cliente para verificar si los resultados son los esperados?, etc. Este proceso debe ser constante y sostenido, es decir, trabajar con ciclos cortos y rápidos.
Rituales: se aplica a las compañías que trabajan con ciclos cortos, se enfocan en el cliente y cuenta con equipos autónomos. Cuando se manejan ciclos cortos, se exige un mayor impacto y éste se calcula con instrumentos que midan la efectividad de las estrategias propuestas. Asimismo, al terminar un ciclo, se recomienda celebrar el éxito si se ha conseguido el objetivo. Para Carné, esto es algo que se hace muy poco en las empresas.
Datos: “Los hechos se soportan con datos, lo que no se puede medir, no se puede gestionar”, afirma Carné. Los planes negocio de tres a cinco años no sirven, porque en la actualidad las cosas cambian muy rápido, cuando se plantean objetivos, estos cambian al final del proceso, por ende, hay que evitar planes tan largos y mantener una visibilidad de 12 meses; asimismo sucede con el presupuesto anual. Para ello la compañía debe tener claro su identidad, sus metas y los aspectos a mejorar. Son los elementos que la harán diferente de las demás.
Tecnología y data en cada equipo: para poder valorar la autonomía de los equipos, cada uno debe contar con su propia tecnología y base de datos. Según Carné, puede que a veces los equipos interfieran con otros, no obstante, lo importante es aprender a manejarlos. Esto es lo que diferencia a una compañía que no es ágil de una que sí lo es. Asimismo, hay que tener en cuenta que cada vez los ciclos serán más cortos, por ello, las empresas tecnológicas no pueden pensar que, por el hecho de contar una nueva tecnología o plataforma, al año siguiente bajará el capex (Capital Expenditure), gasto que una empresa realiza en un activo fijo con el fin de generar beneficios.
REQUISITOS DE UNA COMPAÑÍA ÁGIL
Para Carné estos son los requisitos que se deben tener en cuenta para lograr que una compañía sea ágil:
- Evitar la jerarquía
- Generar impacto
- Ser adaptable (estar acostumbrado al cambio)
- Crecer en engagement
- Cambiar la funcionalidad
- No temer al riesgo
Los nueve principios mencionados con anterioridad están relacionados principalmente con la cultura organizacional, es decir, se pueden aplicar a cualquier empresa, no necesariamente debe ser tecnológica.
Al final el objetivo es hacer las cosas diferentes para obtener resultados diferentes y mejores.